Paro de colectivos: sin acuerdo salarial, en esta fecha se define la medida de fuerza
Las negociación paritaria entre los representantes de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y las empresas de colectivo llegará a su fin el próximo lunes desde las 11, en una última audiencia en la que se definirá si habrá aumento para los choferes o si habrá un paro total de servicios en todo el país.
A diferencia de los últimos encuentros que se realizaron de manera virtual, la reunión definitiva se llevará a cabo de manera presencial en la sede de la Secretaría de Trabajo, ubicada sobre la avenida Callao, a pocos metros del Congreso nacional.
Este jueves, y por segunda vez en lo que va de la semana, las partes fracasaron en su intento por limar asperezas y firmar un acuerdo.
Desde la UTA se mantienen firmes en su pedido: un salario básico conformado para agosto de $ 1.160.000, de $ 1.200.600 para septiembre y de $ 1.242.621 para octubre.
En tanto, para noviembre reclaman un piso de $ 1.283.627 y de $ 1.322.136 para diciembre.
Las cámaras, inflexibles, no presentaron oferta salarial porque aseguran no tener los fondos para asumir un compromiso. Para poder avanzar, en tanto, reclaman la intervención del Gobierno nacional, con aumento de tarifas o de subsidios.
Las empresas apuntan al régimen "cuasi estatista y expropiador" del Gobierno
Al tomar la palabra en la audiencia de este jueves, las cámaras (AAETA, CEAP, CTPBA y CEUTUPBA) reiteraron que ya demostraron en diferentes instancias "la imposibilidad material de hacer frente a cualquier ofrecimiento salarial posterior a julio 2024, habida cuenta los groseros errores de cálculo en la determinación de los ingresos de las empresas" publicado por la Secretaría de Transporte de la Nación.
"Los operadores, como ha sido reiteradas veces expresado, no desarrollamos nuestra actividad en un contexto de libre mercado y competencia en donde el precio de nuestro servicio surge de la libre oferta y demanda, obteniendo así los recursos para gestionar luego el costo de insumos y salarios, sino que por el contrario el 100% de los ingresos de los permisionarios son decididos por el Estado en un régimen cuasi estatista y expropiador", reclamaron.
"La voluntad política con la cual se ajustan las tarifas o compensaciones tarifarias, responden a variables que quizás estén relacionadas con priorizar la publicación de índices de inflación más bajos, o en derivar el gasto público en otras prioridades, pero nada tiene que ver con la calidad del servicio o la sostenibilidad de las empresas de transporte automotor de pasajeros del AMBA", remarcaron.
En ese sentido, desde la parte empresarial reclamaron una "planificación" que permita darle previsibilidad al cobro de los ingresos o cómo y cuándo se actualizan las tarifas.
"Por ser hoy Argentina uno de los países de mayor inflación mundial, se requiere en forma imprescindible una planificación que permita asumir compromisos futuros ineludibles como el pago de salarios", agregaron.
Para sostener su argumento, presentaron un cuadro en el que se detalla que, en el período enero 2024/setiembre 2024, los ingresos del sector aumentaron un 27%, mientras que los los salarios del personal presentaron una variación porcentual del 78%.
"En consecuencia, nadie puede decir que el sector empresarial no ha actuado con la responsabilidad inherente al de un buen empleador, cuando ha privilegiado los salarios de su personal, muy por encima de sus ingresos y en el marco de incertidumbre absoluta ya descripto, en el que los costos reconocidos se encuentran lejos de los reales y en donde la rentabilidad no es sino una fantasía", concluyeron.
Finalmente, y respecto a la "sobreestimación de recaudación" que presentó la Secretaría de Trabajo, las empresas adelantaron que lograron ser recibidos por las autoridades del Ministerio de Economía el próximo miércoles, a efectos de discutir la corrección de esta diferencia con tarifa o con compensaciones.
"Palabras que en nada aportan a la solución"
Pese a las explicaciones de las empresas, los representantes de la UTA, con Roberto Fernández (secretario general) y Jorge Kiener (secretario adjunto) a la cabeza, exigieron una respuesta inmediata.
" Lamentablemente los empresarios solo refieren impedimentos, diferencias de estructuras de costos y palabras más palabras, que en nada aportan a la solución", remarcaron.
"Los empresarios saben que nuestros salarios son utilizados para comer, para tener un vivienda digna, para asegurar la educación de nuestros hijos y todo aquello que sea necesario para vivir, sin embargo más a pesar de ello no hay ofrecimiento alguno. ¿Qué pretenden entonces?", arremetieron.
En su descargo, y tal como indicaron en el último comunicado que difundieron a la prensa, los sindicalistas exigieron la intervención de las autoridades nacionales para proteger los derechos de los trabajadores y hacer cumplir con el artículo 14 bis de la Constitución.
"Sabido es que las empresas han recibido un incremento de las asignaciones establecidas en la estructura de costos publicadas por el Estado Nacional, con una lógica previsión de aumento salarial. El Estado Nacional ha efectivizado mayores aportes para los meses de agosto, septiembre y octubre del presente año, en orden a los $ 17.877.000.000, pese a lo cual, las empresas no han ofrecido ningún aumento salarial, reteniendo indebidamente dichas sumas", denunciaron.
Ante este panorama, advirtieron que de no obtener una respuesta satisfactoria el próximo lunes en la reunión de la que también participarán las autoridades de Transporte, convocaran a un paro de colectivos.
"Se ha pretendido evitar la realización de medidas que afecten a la comunidad, pero la intransigencia empresaria a un pedido salarial, acorde a las pautas inflacionarias provistas por el mismo Estado nos llevará a la realización de medidas de acción gremial, de no revertirse la conducta empresaria, las que serán realizadas, una vez vencido el plazo de Conciliación Obligatoria que termina el día lunes 28 de octubre", expresaron.
Pese a esto, desde la UTA aún mantienen una mínima esperanza de recibir una buena noticia a último momento. "Muchas veces estas cosas se arreglan sobre la hora, las empresas suelen jugar hasta lo último", se mostró confiado un participante de las negociaciones en diálogo con este medio.