Qué necesarios son los amigos cuando hay que dar un paso importante en la vida. A David Bustamante le hubiera sido muy, muy difícil hacer lo que ha hecho en 'Inédito' sin ellos. Él intuía que podría ser capaz de hacer un disco escribiendo todas sus canciones, pero fueron su hermano, sus colegas Antonio Orozco y Pablo López o su mano derecha en el estudio Pablo Cebrián quienes le quitaron las dudas de un plumazo. «Cuando les enseñé las canciones que tenía me dijeron que no me lo pensara, que me lanzara, que eran unas joyas», exclama orgulloso el cantante cántabro, que en su undécimo disco habla de amor y desamor, más o menos lo de siempre, pero esta vez desde las entrañas, desde su verdad. «Le he puesto mucho tiempo y mucho cariño a este disco, y estoy seguro de que es el mejor de mi carrera», asegura el cantante cántabro. «No me atrevía a dar este paso, no veía el momento, ni el entorno me alentaba. Y ahora que lo he hecho, me he dado cuenta de que componer es lo que más me gusta del mundo. El proceso creativo me fascina, y me siento mucho más realizado. Empecé a escribí letras a modo de terapia durante la pandemia, y poco a poco, jugando con el boli y el papel, encontré mi propio lenguaje». Bustamante lamenta que en la industria musical «no se anime» a los intérpretes a crear sus propios temas. «Por lo que yo sé, les ocurre incluso a algunos cantautores. Por muy buenos que sean, en los despachos de las discográficas siempre tienen la tentación de levantar el teléfono y llamar a los 'hit-makers'. Pero uno no es tonto, y cuando se hace un traje, se lo hace a medida. Además, haciendo esto he encontrado también una nueva forma de cantar». La primera canción que compuso -y que abre el disco- es 'Hola qué tal', una suerte de bienvenida al mundo para su sobrino. Y después fueron naciendo más, más y más, bastantes de ellas centradas en el dolor de la ruptura y en las relaciones tóxicas. Temas que parecen haber salido a borbotones de su pluma en cuanto se ha decidido a componer. En 'Gracias' da las ídem a quien por fin se aleja de él llevándose las malas energías, en 'El día que te vayas' se va de fiesta para celebrar el final de una relación, y en 'Calma' canta: «Después de todo me cansé de darte todo, lo poco bueno, lo enterraste bajo el lodo». «A quién no le ha pasado», dice David. «Todos nos enganchamos a las relaciones tóxicas, y es necesario abrir los ojos para salir de ahí. Porque cuando se cierra una puerta, se abre una ventana». A su pareja actual, Yana Olina , le dedica 'La Siberiana'. Y a sí mismo, se dedica 'Soy capaz', una autocrítica en forma de balada en la que se perdona sus errores. «El peor ha sido ser demasiado noble y confiado, y por eso me han dado palos en la vida, ¡me he llevado hostias como panes! Pero no voy a cambiar, quien tiene que cambiar es el que te utiliza». Con 'Inédito', que por cierto casi seguro tendrá secuela porque Bustamante tiene muchas otras canciones guardadas, el artista de San Vicente de la Barquera se siente «como en un volver a empezar», asegura. «Cuando había descubierto que me gusta escribir, me enfoqué en lo técnico: el verso, la prosa, la métrica… no te voy a decir que se me caían los estribillos de las manos porque estuve mucho tiempo buscándome… hasta que me encontré. Y ahora me siento pleno, realizado. Es como si ahora estuviera en el ecuador de mi carrera y hubiese conocido a una nueva persona, que se llama igual que yo». Bustamante ha anunciado ya las 2 primeras fechas de sus conciertos en 2025, una gira de teatros por toda España para presentar este nuevo disco: 10 febrero en Barcelona (Teatro Apolo) y 17 de febrero en Madrid (EDP Gran Vía). Las entradas se pondrán próximamente a la venta.