Los mejores pueblos de España para visitar en el puente de Halloween
Si eres fanático de Halloween y no temes ni a las brujas ni a los espíritus, te proponemos tres escapadas muy especiales por España: Ochagavía, Soportújar y Ribadavia, tres pueblos de nuestra geografía que en estas fechas pueden dar mucho miedo. Resulta difícil imaginar escenarios mejores para disfrutar de esta fiesta en unos entornos tan bellos como escalofriantes. Apúntate estos tres destinos porque son perfectos para disfrutar de este puente tanto en familia como en pareja.
Ochagavía, un pueblo con leyendas de aquelarres
Ubicado en el impresionante Valle de Salazar, junto a la maravillosa Selva de Irati, este pintoresco pueblo de montaña es un lugar realmente mágico para pasar el puente de Todos los Santos. Ochagavía es uno de los pueblos con más encanto de Navarra y cuenta con un entorno de bosques embrujados, donde se cuenta que tuvieron lugar sus particulares aquelarres.
Nada más entrar en esta localidad medieval, lo primero que llama la atención es el puente de piedra sobre el río Anduña, y junto a la orilla, un conjunto de casonas con tejados empinados. Después, las callejuelas peatonales empedradas conducen hasta los barrios de Labaria e Irigoyen, con bonitos rincones y palacios medievales, como el de Urrutia e Iriarte, junto a grandes caseríos blasonados.
Paseando llegamos a la construcción principal, la Iglesia de San Juan Evangelista, cuyos orígenes se remontan al año 1200. Cuenta en su interior con tres retablos renacentistas de gran valor. Te recomendamos visitar también el Santuario de Nuestra Señora de Muskilda, que está situado en la cima del monte, a mil metros de altitud. Rodeado por una muralla, en su interior se encuentra una ermita románica del siglo XII.
Y por supuesto, aprovecha que Ochagavía es una de las puertas de entrada a la Selva de Irati para conocer este espectacular hayedo, que es uno de los lugares más mágicos de nuestro país.
Soportújar, el pueblo andaluz de las brujas
De norte a sur, en España no faltan rincones con leyendas en las que se entremezcla la ficción con la realidad. Y aunque Soportújar es un bonito destino en cualquier época del año, durante Halloween se convierte en un escenario ideal para los amantes de la brujería. En esta tierra de aquelarres todo gira en torno a ellas. Y es una de ellas la que os dará la bienvenida al llegar a este pueblo que se encuentra a 1.000 metros de altura. Y a partir de este momento, entre cuestas, subidas y bajadas, las iréis encontrando por toda la localidad.
Os sorprenderá la que está en la fuente del Mirador del Embrujo preparando sus pócimas en un enorme caldero y acompañada de su aprendiz. Y no paséis por alto esta plaza porque es un maravilloso balcón para captar las mejores instantáneas de los alrededores.
Otra de las carácterísticas de este pueblo de la Alpujarra granadina son los tinaos, muy populares en la zona, delatan su pasado morisco. Y para visitar, la Iglesia de Santa María la Mayor (siglo XVI) que fue construida sobre una antigua mezquita, así como la curiosa Fuente del Dragón, que según cuentan los vecinos del pueblo da unas aguas afrodisíacas. Por cierto, antes de irte de Soportújar cumple con la tradición de echar una moneda en el pozo de los Deseos, para que no te persiga la mala suerte.
Ribadavia, el pueblo de las meigas de Ourense
Ribadavia es un encantador pueblo de la provincia de Ourense que lleva marcado desde tiempo inmemoriales por la historia y las tradiciones vinculadas a la magia y la brujería. Las meigas son figuras clave en la mitología gallega, de ahí a que uno de sus dichos populares sea el de «Eu non creo nas meigas, pero habelas hainas» (Yo no creo en las brujas, pero haberlas, haylas).
Por las calles de Ribadavia destaca su patrimonio medieval y un casco antiguo que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. En el pueblo también se puede encontrar una fortaleza que domina la villa: el Castillo de los Condes de Ribadavia. Pero, además, el pueblo de Ribadavia también estuvo marcado por la influencia judía, por lo que es posible encontrar en su extensión la Judería, cuna de las leyendas que se entrelazaron con las tradiciones galegas.