En la UFC, la denominación de prospecto (promesa) recae sobre numerosos luchadores. Pero uno en los que se centraron todas las miradas hace años fue Khamzat Chimaev. El peleador checheno llegó invicto en julio de 2020, con una personalidad beligerante y un estilo muy agresivo, basado en la potencia inicial, su fuerza abrumadora en la lucha y su poder de finalización . De forma rápida llegó a los puestos altos de la compañía y ya se hablaba del siguiente campeón del peso medio. No obstante, y a pesar de su veloz ascenso, diversos problemas de salud frenaron su frenética carrera. Con varias peleas canceladas en los últimos años, la emoción por su figura ha descendido, pero aun así sigue como uno de los favoritos del público. De obtener el triunfo contra Robert Whittaker (clasificado el 3 del ranking), su tan ansiada oportunidad titular estaría más cerca que nunca , y ya sería capaz de cumplir las expectativas depositadas en él. En su debut en la compañía sometió a John Phillips en el segundo asalto, tras solo recibir un golpe. En sus siguientes tres choques viene el porqué de su éxito. Después de solo 10 días, volvió a pelear contra Rhys McKee, a quien acabó en el primer asalto. Y en menos de dos meses volvió contra Gerald Meerschaert, al que apagó las luces en 17 segundos. Después de esto, su actividad paró en seco por problemas con el Covid-19. Incluso barajó la posibilidad de retiro . Tras la enfermedad, derrotaría a Li Jingliang con una superioridad pasmosa, capaz de elevarlo del suelo y ponerse a hablar con el CEO de la UFC, Dana White , en mitad del pleito. En sus primeras cuatro peleas en la UFC recibió solo un golpe, y ninguno en tres consecutivas. Luego tendría un gran ascenso en el peso welter al derrotar a Gilbert Burns (tercero en aquellos momentos), pero en UFC 279, donde encabezaba el evento no dio el peso, y fue movido a la pelea coestelar donde ganó a Kevin Holland, sin recibir golpes nuevamente. Su último combate fue contra Kamaru Usman en el peso medio (185 libras, 83,9 kilos), donde se llevó la decisión. A pesar de subir de peso mantuvo problemas de salud que le hicieron bajarse de peleas contra Paulo Costa y el propio Whittaker. A esto se le suma que por su relación con Ramzan Kadyrov no puede pelear en USA, por lo que le queda Abu Dhabi, donde es un fenómeno de masas. Y aunque pasó de pelear cada 10 días a una por año, sigue siendo uno de los luchadores que más mueve a su alrededor. Ahora se enfrenta al mayor reto de su carrera, Whittaker, lo que dictaminará si Khamzat Chimaev fue humo o si en efecto es el siguiente aspirante a campeón.
