Kerry Kennedy (Washington, 1959) muestra síntomas de cansancio. Desde que llegó a Bilbao esta misma semana, con el objetivo de entablar relaciones entre la fundación Robert F. Kennedy Human Rights , que ella misma preside, y las instituciones regionales, su agenda ha estado repleta de encuentros. Desde la alcaldía de la ciudad, encabezada por el peneuvista Juan María Aburto, hasta con representantes del Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria , que le facilitaron información traducida sobre su trabajo. Hace dos semanas falleció su madre, Ethel Kennedy, pero mantiene fuerzas suficientes para recibir a ABC en uno de los salones del Hotel Carlton, en el centro de la capital vizcaína. —Su madre ayudó a su padre (Bobby Kennedy, hermano de John F. Kennedy, también asesinado) en los interrogatorios que él condujo como Fiscal General contra figuras de la mafia estadounidense. ¿Se da una lucha hoy contra el crimen organizado como entonces? Cuando mi padre luchaba contra la mafia, el FBI estaba liderado por John Edgar Hoover. Y el no creía que la mafia fuera un problema. Cuando trabajaba en la infiltración en los sindicatos, vivíamos en una zona remota fuera de Washington por donde pasaban camiones enormes haciendo ruido con sus ruedas tratando de intimidarnos. Llegaron a tirar ácido en la cara de un periodista, dejándole ciego, y le dijeron a mi madre que iban a hacer lo mismo con sus hijos. Mi madre nos decía que saliéramos a jugar a la calle, para que vieran que no teníamos miedo. Ella llevaba a mis hermanos a esas audiencias en el Senado. Hoy el crimen organizado es enorme. 200 millones de niños en el mundo están bajo la esclavitud, la mayoría de ellos usados como mercancía por la mafia. Además, el tráfico de drogas es un problema enorme, que se extiende por todo el mundo. —Tuvieron que esconderse durante la crisis de los misiles nucleares con Cuba en 1962. ¿Estamos cerca de llegar a un punto geopolítico similar? Los militares nos dijeron que debían escondernos en un lugar seguro, pero mi padre les dijo que qué sentido tenía sobrevivir si el resto de las personas morían. Mi madre estuvo de acuerdo y decidieron no escondernos. Ahora la situación no es la misma. Teníamos misiles apuntando de unos a otros. ¿Quieres que te muestre una foto? Disculpa por robarte tu tiempo. Enciende su móvil, del que no se separa, y se pone a buscar en la galería. Después de unos minutos muestra una imagen suya junto a un misil balístico. «¡Es un misil de la crisis con Cuba! Está en Kiev, ellos dieron la vuelta a los buques y ahora está en Ucrania. ¿No es increíble?». —¿El resultado de las elecciones del próximo 5 de noviembre cambiará la forma en la que Estados Unidos enfoca sus relaciones con Rusia? Sí, es muy peligroso. Harris esta del lado de Ucrania, de la OTAN y la Unión Europea. Donald Trump ha dicho que Rusia puede hacer lo que quiera. J. D. Vance (candidato republicano a la vicepresidencia) ha dicho que por qué debemos seguir gastando dinero en Ucrania y esto es una luz verde para Putin. Para que consolide su posición en Georgia, para que avance hacia Moldavia, Letonia también está en la lista, Serbia… Creo que es muy peligroso para cualquiera que esté del lado de la libertad. —En las elecciones que gana su tío (John F. Kennedy) en 1960 hubo acusaciones de fraude en Chicago. ¿Puede ocurrir lo mismo tras el 5 de noviembre? No me gusta esa pregunta. Déjame que te cuente qué ocurrió en 1960. Los republicanos anunciaron una parte de los resultados con anterioridad y luego el total. No hubo robo de votos. Es un mito que nunca sucedió. Ahora, Donald Trump ha dicho que a menos que gane, los resultados no serán legales. Eso a hecho que la gente a lo largo del país cuestione las elecciones. Es muy peligroso para la democracia. —¿Por qué Bilbao para instaurar su fundación? Es un buen sitio para crear cambio en justicia y derechos humanos de una manera pacífica. Las escuelas se han mostrado interesadas, como Deusto, en este tipo de currículum. —El País Vasco tiene un pasado marcado por la violencia terrorista. ¿Cómo va a abordar eso su programa estudiantil? Allá donde vamos no decimos que éste es el programa. Decimos, qué es importante. Decimos, qué solicitan los estudiantes. Escuchamos primero y luego trabajamos. —Me sorprendió que (durante una cena celebrada el jueves en el Hotel Carlton de Bilbao) mencionara a Marruecos dentro de una enumeración de regímenes autoritarios. El Gobierno español ha roto el consenso sobre el Sahara Occidental sin explicarlo. ¿Qué opina de eso? Por mi experiencia en el Sahara Occidental, que es un área extremadamente importante para España, creo que es importante señalar los abusos de derechos humanos cometidos por el régimen marroquí contra gente pacífica. Sólo quieren una forma pacífica de educar a sus hijos sin ser amenazados. —Marruecos accedió al teléfono de Pedro Sánchez y ha hecho toda una serie de concesiones al régimen de Mohammed VI desde entonces. ¿Qué imagen proyecta el presidente español en el exterior? No sé cómo contestarte a eso.
