El nombre de Max Holloway no es un nombre cualquiera. Hablar de él significa hablar de uno de los mejores en la historia de la UFC . El peleador de 32 años, que cuenta con un récord de 26-7 (22-7 en UFC), ha sido uno de los atletas más exitosos y queridos de la compañía estadounidense. Consiguió ser campeón indiscutido del peso pluma (145 libras, 65,7 kilos) en 2017 y, desde 2019, Volkanovski ha sido el único capaz de derrotarlo. Con este último fuera del radar, su regreso al trono de la categoría pasa por vencer a Ilia Topuria , este sábado en el UFC 308, que se celebrará en el Etihad Arena de Abu Dhabi. Max Holloway empezó sus andadas dentro de la compañía de artes marciales mixtas más grande del mundo, la UFC, en febrero de 2012, a la edad de 21 años . Además de su corta edad, también sorprende su récord, pues este solo acumulaba cuatro triunfos de manera profesional. Sin embargo, su debut no fue el soñado. En su primera pelea no tuvo a un rival fácil: se enfrentó contra el mismísimo Dustin Poirier, y Holloway cayó sometido en el primer asalto. Tras este aparatoso comienzo, consiguió tres victorias seguidas. Pero la alegría fue pasajera, ya que volvió a tropezar ante Dennis Bermúdez y Conor McGregor de manera consecutiva. No obstante, a partir de aquí comenzó el ascenso meteórico de Holloway. Obtuvo nueve victorias al hilo (finalizando seis de ellas), derrotando a nombres como Charles Oliveira o Ricardo Lamas. Sus logros le dieron la oportunidad de competir por cinturón interino del peso pluma contra Anthony Pettis, al que finalizó de manera fulminante en el tercer asalto por TKO. Como campeón interino tocaba el turno de unificar el título, y aquí vino uno de los hitos en su carrera. Se convirtió en campeón indiscutido tras finalizar en el tercer asalto a José Aldo, el considerado por muchos como mejor de todos los tiempos en las 145 libras. No conforme con eso, lo volvió a hacer de la misma manera en su primera defensa. El reinado de Max Holloway era una realidad . Tras defender con Brian Ortega, caería otra vez ante Dustin Poirier en un intento de ser doble campeón. Volvió a su división y defendió contra Frankie Edgar, pero después, un nuevo aspirante se interpuso en el camino. Alexander Volkanovski consiguió vencer al hawaiano y robarle el título. Además, venció a Holloway en la revancha. Aunque parecía el principio del fin, Blessed (El Bendecido), como se le conoce, se repuso, y protagonizó dos actuaciones históricas ante Calvin Kattar y Yair Rodríguez, que le valieron para otra pelea con el campeón. Sin embargo, volvió a caer, esta vez de manera clara y aplastante. Pero nunca hay que dar por muerto a Holloway. Volvió a limpiar la división con triunfos ante Arnold Allen y Chan-sung Jung, pero la distancia con Volkanovski seguía sin romperse. Entonces vino una actuación que pasará a la historia de la UFC. Subió al peso ligero y dominó de principio a fin a Justin Gaethje. Pero el momento célebre de la pelea fueron los últimos instantes del combate. Max, con todo ganado, se plantó en el centro a intercambiar, noqueando a Gaethje en el último segundo, convirtiéndose en el campeón BMF (The Baddest Motherf*cker) . A pesar de su legendaria trayectoria, enfrente tendrá el que puede ser su duelo más complicado: Ilia Topuria. Este ha sido el verdugo del excampeón Alexander Volkanovski, quien derrotó al hawaiano en las tres ocasiones que se enfrentaron. Ahora, y después de seis años a la sombra de Volkanovski, el hawaiano tiene de nuevo la oportunidad de recuperar lo que una vez fue suyo, y volver a ser el monarca del peso pluma de la UFC de manera indiscutida.
