Cambio de horario en Estados Unidos: el PEOR efecto de ajustar tu reloj al horario de invierno este 2024
El cambio de horario en Estados Unidos, que se realiza cada primavera y otoño (boreal), tiene como objetivo ajustar los relojes para optimizar el uso de la luz solar. Sin embargo, esta práctica, que implica la transición entre el Daylight Saving Time (DTS) y el horario estándar, ha comenzado a ser cuestionada debido a sus efectos en el bienestar de las personas.
La modificación en los relojes provoca desajustes en el sueño y la salud mental de las personas. Diversos estudios han demostrado que esta transición también está asociada con un aumento en los riesgos de problemas cardiovasculares, accidentes automovilísticos y otras complicaciones.
Cambio de hora en Estados Unidos: ¿cómo afecta a las personas?
El impacto en el ritmo circadiano es uno de los puntos clave en los estudios científicos sobre el cambio de horario. Este ritmo, que actúa como un reloj interno del cuerpo, regula el ciclo de sueño y vigilia, siendo la luz solar un elemento fundamental para ajustar este ciclo a un día de 24 horas.
Según la Universidad de Harvard, al adelantar el reloj en primavera, el cuerpo se ve forzado a adaptarse de manera brusca a un nuevo patrón de luz y oscuridad, lo que genera un desequilibrio conocido como "desincronización circadiana".
La doctora Phyllis Zee, especialista en medicina del sueño, explicó en The Washington Post que cuando la exposición a la luz solar se produce en horarios alterados, el reloj biológico tiende a desajustarse del ritmo natural del sol. La falta de luz solar por la mañana puede tener un impacto negativo en el reloj biológico, y una transición permanente al horario de verano podría agravar estos efectos. Este desajuste puede dificultar conciliar el sueño por la noche y, al mismo tiempo, reducir la exposición a la luz natural matutina, la cual es crucial para el correcto funcionamiento interno.
¿Cuáles son los efectos adversos al cambio de horario en Estados Unidos?
El cambio al horario se ha asociado con un aumento en trastornos del sueño, lo que conlleva una serie de problemas de salud relacionados. La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés) estima que al menos el 55% de las personas experimentan síntomas de fatiga y problemas para concentrarse en las primeras semanas después de ajustar los relojes.
Adam Spira, investigador en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins, señaló que “la pérdida de sueño que ocurre con esta medida puede tener consecuencias graves y afectar la función cognitiva, el estado de ánimo y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares”.
La relación entre el cambio de horario y la salud mental también ha sido objeto de estudio. Investigaciones publicadas en el Journal of Clinical Sleep Medicine demostraron que esto afecta la calidad de sueño de los estudiantes, lo que repercute en su atención y capacidad de aprendizaje. También apuntaron que estas alteraciones pueden incrementar síntomas de ansiedad y depresión, especialmente en personas con antecedentes de trastornos del estado de ánimo.
Al despertarse en la oscuridad y enfrentarse a cambios en el patrón de luz natural, el reloj biológico de las personas sufre un desajuste significativo, lo que afecta su rendimiento y bienestar a lo largo del día, según los estudios.
El próximo domingo 3 de noviembre, a las 2 de la madrugada, los ciudadanos de Estados Unidos en aquellos lugares que se rigen por estas normas deberán atrasar una hora sus relojes para que marque la una. Esto pondrá fin al DST y se retomará el horario estándar; sin embargo, en el mes de marzo de 2025 se volverá a cambiar.