El
Madrid no quiso estar presente en el acto de concesión del
Balón de Oro al segundo jugador español en la historia,
Rodri, madrileño, centrocampista del
City y hombre clave en la consecución de la Eurocopa por España. Una pataleta, porque al mediodía se supo que no se lo daban a
Vinicius, llevó al club blanco a plantar al fútbol mundial y no desplazar a nadie a
París. El
Madrid, que no respetó la entrega a
Rodri del máximo galardón futbolístico, dijo que no se sentía respetado y por eso no iba. La sensación es que hizo un ‘si lo sé no vengo’ porque no aceptó que no se le diera el
Balón de Oro a
Vinicius, jugador brasileño del
Madrid y, sí, en cambio, a un madrileño del
City. El Barça sí desplazó a una amplia representación en la que destacaron
Aitana, que logró merecidamente su segundo
Balón de Oro, y
Lamine, elegido el mejor jugador joven. Además,
Laporta recogió junto a
Alexia el premio a mejor equipo femenino de Europa. Sonó a otro baño en
París.
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