Harris advierte en Washington contra el intento de Trump de tomar un "poder sin control"
Kamala Harris advirtió contra el intento de Donald Trump de tomar un "poder sin control" en un encendido discurso el martes en el lugar donde su rival enfureció a una turba antes del mortal asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.
"Se trata de una persona inestable, obsesionada con la venganza, consumida por el resentimiento y en busca de un poder sin control", afirmó. "Pero, Estados Unidos, estoy aquí esta noche para decir: eso no es lo que somos", dijo Harris a una enorme multitud de simpatizantes que ondeaban banderas frente al imponente telón de fondo de la Casa Blanca en Washington.
La campaña afirmó que 75.000 personas asistieron a la manifestación, que se produce justo una semana antes de que el actual vicepresidente demócrata se enfrente al expresidente republicano en la elección más reñida y volátil de los tiempos modernos. No se pudo verificar inmediatamente el número, pero la multitud fue inusualmente grande en una elección que ya había generado un gran entusiasmo.
La elección de la Elipse, un parque que une la Casa Blanca con el enorme National Mall, fue un intento directo de su campaña de recordar a los votantes el caos causado por el intento de Trump de revertir su derrota electoral de 2020 ante Joe Biden.
Después de que Trump instó a sus partidarios en un discurso allí a "luchar como el infierno", muchos marcharon hacia el Capitolio para interrumpir la certificación de la victoria de Biden, en un asalto que dejó 140 policías heridos y conmocionó al mundo.
La elección del lugar (la Casa Blanca iluminada con la noche de fondo) también fue una estrategia simbólica para mostrar que Harris está lista para la presidencia.
Hablando desde detrás de pantallas a prueba de balas junto a carteles azules que decían "Libertad", Harris se comprometió a ser un "presidente para todos los estadounidenses", a diferencia de Trump, a quien acusó de querer encarcelar a sus enemigos.
Y aunque su discurso comenzó con una crítica dramática al comportamiento de Trump, pronto pasó a un resumen detallado de sus planes para ayudar a los estadounidenses de clase media que atraviesan dificultades económicas.
Recibió una de las mayores aclamaciones cuando se refirió a la iniciativa de los republicanos para restringir el aborto, diciendo que el gobierno no debería "decirle a las mujeres qué hacer con sus cuerpos". La multitud entusiasmada se extendió más allá de la Elipse, a través del Mall y hasta el emblemático obelisco del Monumento a Washington, dijeron periodistas de la AFP.
Aunque falta casi una semana, la campaña de Harris presentó el discurso como un "argumento final", un guiño a su carrera como fiscal.
"Pienso que esto es una limpieza de lo que pasó el 6 de enero", dijo Mitzi Maxwell, de 69 años, quien vino desde Florida con su madre para ver "todo el amor, la pasión y la emoción por las que ella (Harris) se ha hecho conocida".
Algunos partidarios de Harris hicieron cola durante más de siete horas antes del discurso, cuya magnitud y energía fueron un desafío directo a Trump, un político que siempre se ha jactado de su capacidad para atraer multitudes.
Trump intentó quitarle fuerza al discurso de Harris con un evento de campaña propio, frente a una sala llena de seguidores en su resort Mar-a-Lago en Florida.
Sus comentarios se produjeron mientras buscaba calmar el revuelo por su mitin del fin de semana en el famoso Madison Square Garden de Nueva York, en el que un comediante que hacía de telonero bromeó diciendo que Puerto Rico era una "isla flotante de basura". Trump calificó el evento de Nueva York como una "fiesta de amor", la misma frase que utilizó para describir los disturbios del Capitolio. "Su mensaje ha sido un mensaje de odio y división", dijo Trump.
El republicano se reunió más tarde en la ciudad obrera de Allentown, en Pensilvania, quizás el más crucial de los siete Estados en disputa que se espera que decidan la elección, y una ciudad que alberga una gran comunidad puertorriqueña.
Los temores de que se repita el caos de hace cuatro años pesan sobre las elecciones de este año, y Trump ha indicado reiteradamente que podría volver a negarse a aceptar el resultado si pierde.
El martes, Trump aprovechó los informes de que las autoridades de Pensilvania habían detenido cientos de formularios de registro de votantes potencialmente fraudulentos. "Cosas realmente malas. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN PENNSYLVANIA?", dijo en la red social X, antes Twitter.
Trump ha sobrevivido a dos intentos de asesinato, mientras que Harris reemplazó a Biden al frente de la fórmula demócrata luego de su sorprendente salida de la carrera por la Casa Blanca en julio.
Más de 50 millones de personas ya han emitido su voto anticipadamente, según mostraron las cifras el martes: ya casi un tercio del número total de votantes hace cuatro años. Los últimos días de la campaña verán a ambos candidatos en un agotador recorrido final por los campos de batalla.
La actriz y cantante Jennifer López se unirá a Harris en Las Vegas, Nevada, el jueves, anunció su campaña, en un intento de llegar a los votantes jóvenes y latinos.