La audiencia fue tan intensa como suelen ser las disputas deportivas entre el Cacique y los estudiantiles. Lo que está en juego no es poco. La U buscó acreditar que los albos incurrieron en el desacato, con lo que el Cacique se expone a la pérdida de los puntos que consiguió en Talcahuano y Almirón, al doble de las tres fechas de castigo que recibió por los excesos que cometió en el partido entre su escuadra y Universidad Católica, el 3 de octubre, en el estadio Monumental. Ese día, absolutamente fuera de sí, el técnico tocó al juez José Cabero, quien informó debidamente la incómoda situación. Para peor, Almirón profundizó el berrinche quedándose en el túnel del recinto de Macul, cuando debía dirigirse al vestuario.
En el Cacique han descartado de plano que hubiera contacto entre Almirón y sus colaboradores. De hecho, fuentes del club han dicho en reiteradas oportunidades que, teniendo a la vista a dos personas que no le sacaron la vista de encima al entrenador y a quienes le acompañaron en la cabina, y habiendo observado una serie de comportamientos inusuales, se preocuparon de registrar en video el comportamiento del técnico en la caseta. Esas imágenes fueron reveladas.
Además, aludieron a una situación que involucró a Cobresal, precisamente en un enfrentamiento entre ambos. Gustavo Huerta, el técnico nortino, estaba suspendido por la expulsión que recibió frente a Unión Española. Su ayudante, Carlos Escudero, usó dos dispositivos electrónicos: un reloj digital (en su mano derecha) y un reloj inteligente o smartwatch (en la izquierda) lo que no fue denunciado por el juez principal José Cabero. Luego ni la ANFP y el Tribunal de Disciplina actuaron de oficio. En Macul esperan que esta situación sirva como antecedente para contrarrestar las pruebas que exhiba Universidad de Chile.
Los azules, representados por José Ramón Correa y Jorge Arredondo, procuraron reunir y poner a disposición del tribunal distintos tipos de pruebas para fortalecer su denuncia. En la exposición que plantearon ante la corte deportiva hubo videos y fotos que dan cuenta de lo que consideran la grave irregularidad. Esos elementos son los que tiene que ponderar el Tribunal a la hora de adoptar la decisión y, finalmente, redactarla.
En el mismo sentido actuaron Jona, Ahumada y los acereros. Los últimos, de hecho, debían extremar razones para no exponerse a una multa de 10 UF, que es el costo de la infracción por no cautelar debidamente la zona de exclusión.