CaixaBank confirma a Tomás Muniesa como nuevo presidente no ejecutivo tras la renuncia voluntaria de Goirigolzarri
José Ignacio Goirigolzarri ha confirmado ante el Consejo de Administración de CaixaBank su renuncia voluntaria al cargo de presidente ejecutivo de CaixaBank, que ocupaba desde la absorción de Bankia, en marzo de 2021. Será sustituido por Tomás Muniesa, que hasta ahora vicepresidente y que asumirá el cargo el 1 de enero de 2025, momento a partir del cual la presidencia del banco dejará de tener funciones ejecutivas. Según ha informado CaixaBank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la salida de Goirigolzarri llega al "término de un ciclo estratégico para la entidad, que presentará su hoja de ruta 2025-2027 el próximo 19 de noviembre".
La entidad bancaria ha detallado que el todavía presidente ha decidido desvincularse voluntariamente de todas las responsabilidades que ocupaba en el grupo, dando por terminada su labor en la entidad. "Tras haber finalizado el mayor proceso de integración del sector en España, el banco está en un momento excelente y estoy seguro de que tendrá un gran éxito en el futuro", ha manifestado Goirigolzarri, cuyas atribuciones se limitaban ya a servicios de comunicación, auditoría interna y relaciones institucionales, ya que la mayor parte del poder ejecutivo está en manos del consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que se mantiene como primer directivo de la entidad, presidiendo a su vez el Comité de Dirección.
Tras confirmarse la decisión, el Consejo ha valorado como "enormemente positiva" la gestión llevada a cabo por Goirigolzarri y ha destacado su "contribución fundamental en el ejemplar y exitoso proceso de integración de Bankia", desarrollando su actividad profesional en CaixaBank como "uno de los directivos con una experiencia más dilatada en el sector bancario español".
La renuncia de Goirigolzarri posibilita a CaixaBank llevar a cabo una transformación estructural del primer peldaño de la cúpula directiva sin tensiones y con el objetivo de adaptarse a las exigencias del Banco Central Europeo (BCE), que presiona para que todas las entidades bancarias españolas separen las funciones ejecutivas de las no ejecutivas. El cargo de presidente ejecutivo que ha ostentado hasta ahora Goirigolzarri es exclusivo del sector bancario español en la eurozona y es utilizado por los tres grandes bancos: Santander -con Ana Botín-, BBVA -con Carlos Torres- y CaixaBank.
Sin embargo, el BCE ha dejado claras sus reticencias por concentrar en ese puesto a la vez funciones ejecutivas y de representación. Recientemente ha publicado un borrador sobre gobernanza de las entidades bancarias de la Unión Europea en el que reclama un cambio de modelo para la separación de las funciones ejecutivas de los presidentes de bancos, que deberían centrarse con exclusividad en funciones de representatividad y control de los equipos directivos.
Aunque el BCE reconoce que la legislación nacional permite que el presidente tenga funciones ejecutivas, apunta que "no es la mejor práctica" y recomienda que se "revisen los casos existentes" al considerar que el presidente del órgano de dirección "debe ejercer únicamente una tarea de supervisión", además de que su posición debería ser adscrita como "miembro independiente". Este relevo con Muniesa facilitaría alcanzar buena parte de estos condicionantes y el banco con sede en Valencia recuperaría una estructura directiva similar a la que ya tuvo cuando Jordi Gual ocupó la presidencia, entre 2016 y 2021, y carecía de atribuciones ejecutivas.
Tomás Muniesa (Barcelona, 1952) culmina con la presidencia de CaixaBank más de 40 años en La Caixa, en la que entró en 1976 y en la que ha ido escalando posiciones dentro de la entidad hasta ocupar en desde 2018 la vicepresidencia del banco, así como un puesto dominical en el Consejo de Administración en representación de la Fundación "la Caixa", máximo accionista con el 30% del capital del banco. Su incorporación al primer sillón de la entidad culminará el ciclo iniciado con la fusión de Bankia. Muniesa ha expresado su "gran ilusión" para asumir la presidencia de la entidad, así como su "responsabilidad y vocación de servicio".