Sara, su bebé y una noche cobijados en un autobús para sobrevivir a la tormenta: «No llegaba nada de información»

Mientras hablan con ' TardeAR ' muestran signos de cansancio y se evidencia la preocupación pasada hace apenas unas horas. Y es que Sara y Cristian amanecían este miércoles en una gasolinera, subidos a un autobús para resguardarse de las lluvias y del agua, cuyo nivel no paraba de subir. Lo más difícil era que su bebé los acompañaba y es por ello que el miedo y la incertidumbre vivida les han hecho más mella a ambos. Ana Rosa Quintana escuchaba este testimonio, una historia como otras cientas de las que se están dando a conocer a lo largo de la tarde en los diferentes programas de televisión que están dedicando emisiones especiales para informar de la crudeza de la dana y de las consecuencias de las intensas lluvias que se han venido dando en España desde ayer. En el caso de Sara y Cristian , ella cuenta que al salir del trabajo apenas llovía. Tomó la autovía con su pequeño para volver a casa y su pareja iba en otro vehículo. Llegado un punto vieron que empezaba a llover con mayor intensidad y sintieron miedo, así que buscaron cómo actuar. Según ha compartido Sara, «nos quedamos atascados y llegamos a un punto intermedio. Vivimos en Loriguilla pero no podíamos llegar a casa así que al circular hasta un sitio que parecía seguro pudimos hablar con unos bomberos que estaban en la zona y ya ellos nos advirtieron de que lo mejor era buscar un sitio alto, un autobús o caminoes, para estar más seguros». Así lo hicieron y ahí ya se unió la pareja para no separarse hasta este momento. Durante la noche, miedo y «falta de información. Pasaban las horas y no llegaba nadie, la verdad». Así hasta que amaneció. Como pernoctaron al lado de una gasolinera, cuando ya se hizo el día y había luz se dieron cuenta de la gran cantidad de personas que estaba en la zona y empezaron a acudir a la estación de servicio para buscar algo que comer, porque tenía restaurante. « No había agua, ni luz , nada. Y la comida imagina… ¡En nada no quedaron víveres! Menos mal que conseguí un plátano para darle de desayuno a mi hijo», ha referido Sara. Una vez se fueron restableciendo las comunicaciones los rescataron y pudieron volver a casa. Una noche larga y difícil pero, al menos, con final feliz. Ana Rosa Quintana les ha felicitado por haber sobrevivido a la dana y ellos se han mostrado algo más relajados al estar con su pequeño en el hogar.