La vehemente defensa de Orellana ante las acusaciones de “doble estándar” por el caso Monsalve
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, defendió el “relato feminista” del Gobierno en la sesión especial de la Cámara de Diputadas y Diputados por el caso Monsalve. Mientras, fue acusada de “doble estándar” por los parlamentarios.
La secretaria de Estado sostuvo que el Sernameg ha otorgado acompañamiento a la denunciante de Monsalve. Así, explicó que el contacto con ella se realizó a través de la Unidad de Representación y Atención a las Víctimas, para no revictimizarla o que sufra una victimización secundaria.
Asimismo, descartó vehementemente un doble estándar y destacó que el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género ha presentado numerosas querellas por acoso, abuso y violación en otros casos de autoridades, como alcaldes de distintos sectores, en su mayoría cercanos al oficialismo.
“El ministerio por primera vez ha liderado querellas en contra de alcaldes acusados de acoso, abuso y violación y la mayoría de esos alcaldes son cercanos al oficialismo y no hemos dudado en querellarnos y en representar a las víctimas”, dijo.
La ministra Orellana aseguró que: “Cada vez que una parlamentaria de la oposición o del oficialismo me ha llevado a un caso, y hay varias que lo saben, han encontrado la acogida y la derivación correspondiente”.
Por otro lado, en referencia al caso del desaforado diputado Francisco Pulgar, dijo que sí hay doble estándar por los parlamentarios que, “teniendo a un compañero de trabajo imputado por abuso sexual infantil reiterado, no han dicho una palabra“.
Orellana aludió. además, al caso del diputado Enrique Lee: “No se dijo nada tampoco en esta Sala que me acusa de tener doble estándar cuando un diputado, vulnerando el secreto de sumario, se defendió de una acusación de acoso sexual. ¿Dónde estuvo ahí la protección?”.
De esa manera, la titular de la Mujer hizo hincapié en que “no van a ser quienes han estado históricamente en contra de los derechos de las mujeres” quienes le digan al Gobierno cuándo se acaba su “impulso feminista”.