Siderúrgicas elogian el ‘reset' de Milei pero quieren discutir la próxima fase de su plan

La industria siderúrgica elogió los resultados económicos que logró el Gobierno de Javier Milei en sus primeros 10 meses. Pero aclaró que, ahora, se abre una nueva etapa, en la que será clave atraer inversiones. Para eso, reclama la apertura del cepo y una política industrial -en particular, de defensa contra el avance de las importaciones chinas-, en cuyas discusiones quiere participar.

Así lo expresaron los CEOs del sector durante la jornada de cierre del Alacero Summit, cumbre anual de la Asociación Latinoamericana del Acero, que se desarrolló en Buenos Aires. Las declaraciones están en línea con lo que había expresado Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint, el martes, en la jornada inaugural de la cumbre.

"Estamos en una primera etapa: el reset de la economía. Fue exitoso; estamos todos sorprendidos por este presente. Volvimos a ser un país normal en muchos aspectos, con oportunidades para volver a invertir. Ahora, viene la segunda etapa: cómo generamos esas inversiones. Para que vengan, la salida del cepo es importante y, también, que el tipo de cambio refleje el flujo comercial, incluidas las importaciones", describió Martín Berardi, CEO de Ternium Argentina y presidente de la Cámara Argentina del Acero, en una conferencia de prensa realizada tras el cierre del summit.

"La Argentina está entrando en una etapa de crecimiento, de la cual saldrán dos desafíos. Uno es la competitividad que podamos generar las empresas, puertas adentro, con incorporación tecnológica, por ejemplo. Y el otro la competitividad sistémica, puertas afuera. Eso implica una revisión de muchas cosas altamente distorsivas", continuó.

"Volvimos a tener mucho ordenamiento de la economía y eso es bueno. Pero no suficiente para generar desarrollo sostenible. Tenemos que encontrar la manera de volver a invertir sostenidamente", agregó.

En ese punto, el CEO de Ternium Argentina -filial local de la holding de fabricantes de aceros planos de Techint- destacó la presencia de Juan Pazo, Secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía, en la cumbre. "Fue importante su visita. Abre un espacio para la conversación. Tenemos que trabajar este año acercando propuestas e ir mostrando qué hace el mundo", dijo el ejecutivo, quien apenas minutos antes había compartido el escenario con el funcionario, en una de las charlas del evento.

"En 2024, tuvimos una caída muy fuerte en el consumo de acero: 30% a 32%. Sabíamos que iba a ocurrir. Eso es a causa del reset de la economía. Era el costo inicial de estos cambios, que están en la dirección correcta, y que en el primer semestre estuvieron fuertemente impactados por la devaluación y el corte de la obra pública", explicó Berardi. 

"Para el año próximo, proyectamos una recuperación del 33%", anticipó, en relación al impacto que tuvo en el sector el plan económico del Gobierno, con grandes siderúrgicas como Acindar ArcelorMittal forzadas a parar su planta durante meses enteros por ajustes de la producción a los actuales niveles de demanda.

En un marco general de recuperación económica, el hombre de Techint explicó que será traccionado en 2025 por los sectores estratégicos: agro, minería y economía del conocimiento. "El desafío de la industria siderúrgica es cómo ser parte de ese desarrollo", apuntó. En ese issue, la amenaza principal tiene nombre propio: China.

"Históricamente, fuimos del cierre de importaciones a la apertura irrestricta. Lo que nosotros decimos es: ‘Cuidado, el riesgo son las dos'. Es reinserción en el mundo de manera inteligente. Tengamos acuerdos con Occidente. Con el Sudeste asiático, en cambio, hay que ser muy cuidadosos", advirtió.

"México aplicó salvaguardas. Brasil comenzó a implementar cuotas. La Argentina no puede quedarse atrás. Tiene que entender cómo juegan los demás y hacer sus políticas en función de eso", siguió.

"Venimos de un país cerrado. No es racional. Ahora, habrá importaciones. Es inevitable. Pero normal. Cerrar todo no es normal: el 20% del acero que se consume en la Argentina es importado. El tema es con qué normas se evitan las inundaciones. Cómo se protegen a sectores claves. Viene el tiempo de la micro", definió.

En ese contexto, planteó la necesidad de encontrar "el acuerdo posible" con China. "Entendemos que es una relación en la cual China nos financia con swaps, nos importa productos primarios y nos exporta productos industriales", la describió. Minutos antes, sobre el escenario, también se lo había preguntado a Pazo.

"Vas a China en breve. Eso nos despierta curiosidad: ¿cuál es un acuerdo posible?", le planteó.

"Como dijo el Presidente de la Nación, es un socio comercial muy importante para la República Argentina", respondió el funcionario.

"Es muy importante seguir abriendo mercados. También voy a hacer presentaciones sobre RIGI ahí, en Corea y Japón. Hay mucho interés de compañías de allá por entender cómo funciona el RIGI. En qué sectores pueden invertir. No estamos teniendo tan en claro que lo que cambió en la Argentina es su matriz productiva. Sólo por cobre y litio van a estar entrando inversiones RIGI por u$s 25.000 millones. Por la Gracia de Dios, tenemos una circunstancia única de que somos proveedores de oil & gas, tenemos cobre, litio, capacidad de dar seguridad alimentaria al mundo y una posición estratégica alejada de conflictos bélicos", continuó Pazo.

"El comercio de productos primarios con China puede tener algún tipo de crecimiento. Debemos tener un comercio inteligente", completó.

Elogios a México, guiños a Lula y una advertencia a Milei

No fue la única definición sobre este punto que se oyó sobre el escenario del Hilton. Máximo Vedoya, argentino que, desde México, conduce globalmente a Ternium, destacó las medidas del país azteca para resguardar a su industria siderúrgica del avance chino.

"Toda América latina está un paso atrás de lo que pasa en México. El país sí tiene un camino. Tiene esa visión industrial clara. La Presidenta (Claudia Scheinbaum) dice que hay que industrializar el país", ponderó.

Sobre la Argentina, Vedoya recitó fielmente el credo que profesó Rocca 24 horas antes. "La Argentina sí está en un proceso económico después de una situación muy complicada y de su ‘reset'. Hay muchas de las cosas que se están haciendo que están bien. Otras, para tener crecimiento, tienen que ser los siguientes pasos", distinguió.

"El cepo, claramente, es algo que no ayuda en cualquier desarrollo industrial. Estamos lejos de decir que queremos una política industrial, que necesitamos una política industrial, una defensa de la industria contra China o el comercio desleal. Sin eso, es muy difícil pensar que la industria se vaya a defender de la competencia desleal", continuó.

El ejecutivo contrastó la actitud de Milei con la de Lula. "Brasil sí se está dando cuenta de esto. De la importancia que tiene, en cierta medida, el insertar más a la industria. Hace años, Brasil era la potencia industrial de América latina. El 30% de su PBI era la industria. Hoy, está cercano al 10%. Significa una caída violenta de los empleos mejor remunerados. Poco a poco, va cambiando. Pero, todavía, está lejos de lo que tiene México, de poder aprovechar el fenómeno global de la regionalización (nearshoring). Aunque Brasil tiene capacidades de entrar en una cadena de valor americana".

"La Argentina tiene muchos desajustes. Y tiene que trabajar, primero, en bajar el costo argentino. Si queremos tener industria, hay que bajar eso. Existen costos distorsivos (impuestos, laborales, de normas) en todo. Entiendo la posición del Gobierno, de bajar la inflación. Es correcto. Estabilizar la macro es el camino a seguir. Pero, si queremos tener industria, hay que hacer eso haciendo, también, competitiva a la industria. Debemos trabajar en la competitividad antes de decir ‘me voy a abrir al mundo y que la industria se arregle como pueda'", enfatizó.