El paso de la última DANA por España ha dejado gran cantidad de destrozos, de los que no se han librado multitud de vehículos. Estos fenómenos frecuentemente causan daños en los coches, que se ven gravemente deteriorados como consecuencia de las riadas , así como por el desprendimiento de ramas y cornisas. En gran parte de los casos el agua ha provocado estragos irreversibles, sobre todo cuando ha cubierto por completo los coches, estacionados en la calle o en aparcamientos subterráneos, con lodo que resulta muy difícil de extraer. Pero también es posible que los propietarios de estos coches se tengan que enfrentar a reparaciones costosas y no siempre con garantías respecto a eventuales problemas posteriores , por lo que en numerosas ocasiones conviene preguntarse si realmente merece la pena su reparación. En un principio, no deberíamos preocuparnos si el nivel de agua ha llegado hasta la mitad de las ruedas. En este caso el coche podrá arrancar, pero es probable que tengamos que sustituir el catalizador -600 euros de media-. Según los expertos de Eurotaller un buen secado y una limpieza a fondo bastarán para lodos y suciedades. En cualquier caso, lo mejor es que un profesional valore en qué estado está el motor del coche antes de hacer nada Otra de las posibilidades es que el agua entre por la toma de aire del motor . Si llega agua a los cilindros puede provocar una avería con un coste aproximado que va desde unos 400 euros -sustituir un sistema de encendido- hasta más de 3.000 -cambiar todo el motor. Tras una inundación conviene realizar una limpieza completa de los bajos del coche, ya que además del agua, el vehículo se verá afectado por el barro , que, una vez seco, puede ser muy perjudicial para la mecánica si intentamos poner el coche en movimiento. Este barro puede resultar perjudicial para los frenos, rodamientos y transmisión, y puede desequilibrar las ruedas. Si el agua alcanza una altura superior, este barro puede llegar a cegar el radiador. Si esto sucede, el motor podría sobrecalentarse . La solución consiste en limpiar por fuera el radiador. Si entra agua en el interior del coche habrá que cambiar tapizados, guarnecidos y mandos de control, así como todos los aislantes y fijaciones que llevan estos elementos, ya que simplemente dejar que se sequen no serviría de nada. El presupuesto puede superar con gran facilidad los 3.000 euros. Si además se taponan los desagües internos de la carrocería el agua oxidará la chapa y las conexiones eléctricas pueden verse afectadas, ya que están preparadas para soportar algo de humedad, pero no para superar una inmersión. Si el agua ha superado la mitad de la altura del coche no deberíamos intentar ponerlo en marcha . Los mecánicos podrán intentar salvar el propulsor, para lo que habrá que a desmontarlo, secarlo y eliminar el barro. En modelos de más de 10 años, también puede entrar agua en la caja de cambio por los respiraderos que tienen, por lo que habrá que desmontarla y limpiarla. Si el agua ha cubierto el coche completamente, la situación puede que sea irreversible, ya que el agua y el barro habrán llegado a cada pequeño rincón del mismo. Habría que proceder a desmontarlo completamente , secarlo y limpiar cada una de las piezas, además de sustituir otras. La reparación podría tener un coste superior a la de un vehículo nuevo.
