Alimentación y adolescencia: Una guía para un desarrollo saludable
La adolescencia y la juventud temprana marcan un período de cambios físicos, sociales y emocionales que influyen significativamente en los hábitos alimenticios. En una entrevista con La Nación, la doctora Nancy Solano, del Colegio de Profesionales en Nutrición de Costa Rica (CPNCR), afirmó que los jóvenes suelen experimentar una alimentación desvirtuada por la falta de guía nutricional, lo cual puede afectar su salud tanto a corto como a largo plazo.
Malos hábitos alimenticios entre los jóvenes
Es común que los jóvenes presenten hábitos alimenticios poco saludables debido a la influencia del entorno social y la preocupación por su imagen corporal. La doctora Solano explicó que, en muchos casos, las dietas restrictivas y la eliminación de grupos alimenticios importantes, como las frutas y vegetales, son prácticas frecuentes que afectan el equilibrio nutricional. Además, el tiempo dedicado a la alimentación disminuye, lo cual provoca una relación extrema con la comida, como considerar ciertos alimentos “buenos” o “malos”, lo que puede derivar en trastornos alimenticios.
Necesidades nutricionales de los jóvenes
Las necesidades nutricionales en esta etapa son altas debido al crecimiento físico y desarrollo cognitivo. “El cerebro demanda un 70% de su energía de los carbohidratos”, señaló la doctora Solano, destacando la importancia de este grupo de alimentos para la función cerebral. Asimismo, las grasas y proteínas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo hormonal y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Solano enfatizó la necesidad de incluir todos los grupos de alimentos, sin excluir ninguno, para mantener un desarrollo integral.
¿Qué alimentos deben evitar los adolescentes?
La doctora Solano prefiere no utilizar el término “evitar”, ya que podría generar una relación negativa con la comida. En cambio, promueve un enfoque basado en el equilibrio, donde alimentos menos nutritivos, como los ultraprocesados y aquellos con altos niveles de azúcares y grasas, pueden ser parte de la dieta si se consumen en menor proporción. El objetivo es lograr una alimentación sostenible, variada e incluir alimentos frescos como frutas, vegetales y carbohidratos complejos.
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Trastornos alimenticios comunes en los jóvenes
Entre los trastornos alimentarios más comunes destaca el trastorno por atracón, en el que la persona consume grandes cantidades de comida en poco tiempo, seguido de un fuerte sentimiento de culpa. Este trastorno puede ser la puerta de entrada a otros más graves, como la bulimia y la anorexia. La doctora advirtió que estos trastornos representan un riesgo importante para la salud, no solo en la adolescencia, sino también en la vida adulta.
Efectos de saltarse las comidas
Saltarse las comidas tiene efectos inmediatos en los niveles de energía, aumentando la sensación de fatiga e irritabilidad. Además, la falta de alimentos suficientes puede alterar la digestión y contribuir a problemas como el estreñimiento. “La digestión está estrechamente vinculada con el funcionamiento cerebral”, mencionó la doctora, advirtiendo que estos problemas pueden derivar en ansiedad y depresión.
¿Cuándo buscar ayuda médica?
Es fundamental buscar apoyo médico o nutricional cuando la relación con la comida se convierte en una fuente constante de preocupación o cuando se perciben síntomas de trastornos alimenticios, como sentimientos de culpa al comer ciertos alimentos. La nutricionista recomendó estar atentos a señales como problemas digestivos frecuentes, cambios en el estado de ánimo o dificultades para conciliar el sueño, que podrían indicar un problema subyacente.
Para mejorar los hábitos alimenticios de los jóvenes, Nancy Solano recomendó crear espacios donde puedan conectarse con la alimentación de manera positiva, a través de la preparación de recetas saludables y prácticas que incluyan ingredientes frescos y locales. Además, destacó la importancia de verificar las fuentes de información nutricional en redes sociales para evitar caer en tendencias dañinas.
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