Los madrileños y su sierra nevada se han llevado siempre bien. Desde comienzos del siglo pasado, cuando apenas eran algunos grupos de privilegiados los que subían a practicar lo que entonces se llamaba «el sport de la nieve». Pero subir a la montaña fue más fácil para todos cuando se puso en marcha 'el eléctrico', el tren desde Cercedilla a Cotos que ha cumplido ya cien años y está inmerso en un profundo proceso de modernización. Del ambiente que se vivía da idea la crónica que publicaba en 1908 Blanco y Negro, a los pocos días de constituirse el Club Alpino Español: relataba las bellezas de la sierra madrileña, y reseñaba su cercanía a la capital. El periodista loaba las...
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