Los maravillosos arcos califales que se conservan en una iglesia poco conocida de Toledo
Es una de las iglesias menos conocidas de Toledo , quizás por estar alejada de los circuitos más turísticos y populares de la capital de Castilla-La Mancha, pero su visita siempre sorprende entre la amplia oferta de monumentos históricos de esta ciudad bañada por el río Tajo . Hablamos de San Román , se halla en una de las zonas más altas de Toledo y en su interior puedes admirar, sin duda, los arcos árabes más espectaculares de la ciudad. Son unos magníficos arcos de herradura califal que separan las tres naves de este templo hoy ya desacralizado. A juicio de muchos expertos, San Román es la iglesia mejor conservada dentro del estilo mozárabe mudéjar toledano, sobre todo por sus guiños musulmanes de Al Andalus que se pueden admirar en el interior, pero cuando el visitante entra en ella advierte rápidamente de que se trata de un lugar apasionante que resume toda la historia del arte de la ciudad. La consagración del templo se produjo en 1221 por el arzobispo Jiménez de Rada , cuando se iniciaba la construcción de la catedral de Toledo y su importancia fue tan evidente que en su seno se coronó rey Alfonso VIII, vencedor de la histórica batalla de Las Navas de Tolosa. Mucho antes, aproximadamente hacia el siglo VII, ya era una primitiva parroquia durante la dominación visigoda levantada sobre los restos de un edificio romano anterior y después se convirtió hacia el siglo X en una mezquita califal. Iglesia de San Román MUSEO DE LOS CONCILIOS El edificio se ubicaba en una de las más elevadas colinas de la ciudad con el nombre de Santo Romano y su estructura recordaba a la de otras mezquitas toledanas como la del Cristo de la Luz , a solo 500 metros de distancia. De hecho contaba con un alminar islámico que posteriormente se convertiría en su torre mudéjar, una de las más consistentes dentro del antiguo recinto toledano, otra gran joya toledana muy parecida a la de su vecina de Santo Tomé. Casi todas estas mezquitas se transformaron tras la reconquista en templos cristianos como el de San Román que mantuvo una gran tradición católica y sagrada. Tesoros del reino visigodo Dentro del templo brillan algunos tesoros del reino visigodo de Toledo. Además de las magníficas réplicas de las coronas votivas del Tesoro de Guarrazar -los originales se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo de Cluny de París-, pertenecientes a algunos reyes godos que gobernaron en Hispania desde esta ciudad, se distribuyen por el templo todo tipo de restos pétreos y artesanales del periodo visigodo: dinteles, columnas, capiteles, pilas, fragmentos de sarcófagos, pequeños altares, arquetas, monedas, cruces, broches de cinturón, anillos, collares… Todas estas piezas se exhiben junto a unos bellos frescos que adornan las paredes de esta iglesia mudéjar de planta basilical. Estas pinturas tardorrománicas , de las más impresionantes que se pueden encontrar en España, están fechadas en el siglo XII y fueron redescubiertas en 1940. Una de ellas, situada a los pies de un arco califal, suele llamar la atención de los visitantes porque está relacionada con el libro del Génesis y con el árbol del conocimiento del bien y del mal cuando Dios alecciona a Adán y a Eva, desnuda, sobre la exigencia de no comer de dicho árbol o el momento posterior al pecado original. Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda La iglesia cristiana, con su altar mayor como exponente del Renacimiento toledano, fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931 y tuvo un uso ininterrumpido para el culto hasta mediados del siglo XIX, cuando durante la reforma realizada en 1842 dejó de ser parroquia y se unió a la de Santa Leocadia. En 1969 la Iglesia cedió el edificio para convertirse en la sede del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda, inaugurado dos años después, y hoy su acceso para el público es gratuito.