Ilia Topuria, las claves de otra españolidad de conveniencia
«Se ha dado el visto bueno a la concesión de la nacionalidad española de Ilia Topuria». Lo avanzó este martes Pilar Alegría , portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y será oficial en los próximos días en el Boletín Oficial del Estado. El campeón del peso pluma de la UFC recibirá en breve su DNI español, tal y como le prometió Pedro Sánchez durante la reunión que ambos mantuvieron hace justo una semana. Es la última nacionalización exprés en el deporte español. A golpe de Real Decreto y en virtud del interés nacional. Topuria, nacido en Alemania, de origen y pasaporte georgiano por sus padres, y residente en España desde hace quince años, cumple los requisitos necesarios para pedir la nacionalidad de forma ordinaria (un mínimo de diez años de estancia legal y continuada en el país). El problema es que para ello debía renunciar a la de Georgia al no permitir la legislación española esa doble opción. Ese escollo parece haber quedado superado al concederle la nacionalidad por Carta de Naturaleza. El entorno del campeón no sabía este lunes cómo pensaba hacerlo el Gobierno. Noticias Relacionadas estandar No Artes Marciales mixtas El duro entrenamiento de Ilia Topuria para ser campeón: de la máquina del frío a las ondas cerebrales Álvaro G. Colmenero estandar No Aleksandre sigue los pasos de Ilia El siguiente en la saga Topuria que aspira a ser campeón de UFC: «Hay ganas de que llegue mi momento» Álvaro G. Colmenero «Es un luchador de referencia mundial en artes marciales mixtas, que además lleva entrenando en nuestro país desde el año 2012», justificaba la ministra sobre los motivos de esta rápida nacionalización que hará que Topuria realice su primera defensa del título bajo bandera española y, posiblemente, también en suelo español. «Es un ejemplo de superación, de constancia y de trabajo. Un referente en esta disciplina deportiva», insistió Alegría. Topuria llegó a Alicante con 15 años. Fue allí donde se produjo el primer contacto con su deporte. Tras ganar el cinturón de la UFC, lamentó haber tenido que entrar en España «por donde pasan todos los extranjeros». También echó en falta la felicitación de Pedro Sánchez , que lo enmendó invitando al luchador a la Moncloa y prometiéndole su ansiado DNI. Siete días ha tardado en cumplir. El proceso llevado a cabo con Topuria es el último de una larga lista. Más de un centenar de deportistas han sido nacionalizados a golpe de decreto en los últimos veinte años. El modo de hacerlo viene reflejado en el artículo 21.1 del Código Civil, el que regula las concesiones de nacionalidad, a través del Ministerio de Justicia, por vía extraordinaria y de forma discrecional «cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales». Lo suficientemente ambiguo y abierto para que incluya a cualquier persona. Durante 2023 el Gobierno socialista concedió 108 nacionalidades a través de esa vía. La mayoría fueron para opositores nicaragüenses, pero ocho se reservaron a deportistas. Entre ellos, el futbolista Robin le Normand , el atleta Thierry Ndikumwenayo y el judoca Davit Kevlishvili, georgiano como Topuria. En los dos primeros meses de 2024 ya hay varios nombres más: la judoca oriunda de Escocia Malin Wilson, el futbolista Dean Donny Huijsen y el luchador iraní Mohammad Mottaghinia. Todos estos casos tienen en común la vinculación de años de los atletas con el país, pero no siempre es así. Situaciones como las de los baloncestistas Lorenzo Brown y Megan Gustafson , que recibieron su pasaporte español sin ni siquiera haber pisado el país, ponen de relieve la conveniencia y arbitrariedad de algunas concesiones. Fuentes del Consejo Superior de Deportes aseguran a ABC que con Topuria se ha seguido el procedimiento habitual. Es decir, se ha pedido un informe técnico a la Federación Española correspondiente, en este caso la de Lucha, y se ha actuado después en consecuencia. Lo extraño es la celeridad con la que se ha resuelto. Con Le Normand y Brown se hizo para que pudiesen participar tanto en la fase final de la Nations League como en el Eurobasket, pero los procesos se suelen alargar meses. Entre otras cosas, porque Justicia no solo pide un informe deportivo. También lo reclama a Interior, al CNI…