De vuelta
Hace exactamente ocho años, ocho FeMÀS , que nos visitaba el contratenor croata, consiguiendo dejarnos boquiabiertos desde la primera de las arias que componían su recital, al oír una voz de una presencia, color, agilidad y brillantez como no recordábamos. Probablemente se encontraba en el cénit de su carrera artística, conjuntando madurez y capacidades físicas en total plenitud. Parece ser que va cediendo sus recitales líricos a favor de la dirección de orquesta, por lo que si sumamos estos años pasados no es de extrañar que la impresión primera que nos ha causado en esta ocasión no sea tan espectacular. FeMÀS 2024 Programa : «Senesino». Obras de Haendel. Intérpretes : Max Emanuel Cenčić & {oh!} Orkiestra. Dor Sulamita Ślubowska y Dominika Małecka (violines I), Violetta Szopa-Tomczyk y Marzena Biwo (violines I), Dymitr Olszewski (viola), Majella Münz (violonchelo), Anna Bator (contrabajo) y Anna Firlus (clave). Violín solista y Dirección: Martyna Pastuszka. Lugar: Teatro Turina. Fecha: 07/03/2024.**** Tal vez la principal diferencia es que entonces venía a por todas, con arias imposibles y sobre un registro esmaltado, poderoso y abrumador, y esta vez había organizado una velada al uso, donde empezaba sin arriesgar mucho, algo plano incluso, y fue 'in crescendo' para reservarse los números finales de cada parte y brillar como solía. Y eso que « Bramo te sola » ('Il Floridante') es un aria de coloratura, de bravura si se quiere, pero en la sólo parecía querer imitar al cantante que recordamos. Tampoco tuvo apoyo en la orquesta en estos inicios. Toda la primera mitad estuvo dominada por tiempos muy rápidos, enérgicos, agresivos incluso -es decir, al uso- pero donde en las huestes instrumentales reinó inicialmente algún que otro desconcierto, a lgún 'ara ñe' gatuno , algunas disonancias no escritas, que afearon la labor del cantante. Ambos fueron despegando poco a poco. Hace tiempo que no sufríamos un cambio en el programa, en este caso un capricho en el orden, que no se avisó ni figuraba en ningún sitio porque recordemos que seguimos sin programas de mano (ni siquiera fotocopias), aunque se podía haber anunciado de viva voz (Cenčić presentó las dos propinas en un italiano muy logrado). Esto da muy mala impresión, ya lo hemos repetido muchas veces. Así que el recitativo/aria 'Pompe vane di morte – Dove sei?' pasó a este segundo lugar, y admiramos el acierto de mantener el original y agitado recitativo y el contraste con la bellísima aria, en donde comenzó a aflorar la gran voz del croata, su expresividad tranquila y elegante sobre una voz que ya prometía lo mejor de la segunda mitad y del concierto. Es verdad que repetía el esquema pasado de dos arias y una obra orquestal, en este caso el ' Concerto grosso Op.6 nº10 ' en Re menor HWV 328, del que oíamos sus tres primeros tiempos. Hay que decir que los violines se encontraban enfrentados, de manera que los primeros se alineaban con la chelista, mientras los segundos lo hacían con la viola; y la verdad es que el resultado era muy llamativo, tímbricamente hablando, sobre todo en el 'Allegro' fugado, donde el color de los segundos, ocre sugerente, y la intensidad de la viola, conseguían unos contrastes tan vivos como las uniones. Puede que el cambio de aria tuviera que ver con la disposición ascendente hacia el final: 'Spera che tra le care' (' Muzio Scevol a') HWV 13 ya que hacía gran hincapié en el final de sección A, 'accenderà', cuya 'a' final tiraba de una larga cola de agilidades, terminando en un pronunciado agudo. De ahí al tremendo 'Rompo i lacci' ('Flavio') HWV 16 que culminaba la primera mitad no había nada, y las belicosas amazonas junto al barrockero viola se lanzaron a ese 'rompo los lazos' con un contratenor que se henchía en un 'crescendo' notable, no falto de agudos pronunciados. La segunda mitad, como decíamos, terminó de sacar lo más hermoso del actual registro del croata, que es su refinado lirismo. Ya lo había hecho en esta aria que cerraba la primera mitad, ya que en la sección central nos prendaba un canto pleno de sentimiento y belleza con mayúsculas. No era el caso de ' Fra dubbi affetti miei ' ('Siroe') HWV 24, un amable especie de bailable, adquiere su intensidad al quedarse sola la voz con el clave. Volvíamos al belcantism o de 'Bel contento' donde de nuevo una coloratura prolongaba casi indefinidamente la 'o' de contento, dando el cantante una nueva muestra de su dominio del recurso y la perfecta articulación del mismo, jugando además con un 'fiato' generoso. 'Se mormora rivo' ('Scipione') HWV 20 nos resultó otra suerte de bailable, distendido, contando esta vez con el clave sobre el registro de laúd y luego en la parte B con el violonchelo, otro momento mágico, al que se sumaron las texturas muy definidas -y ya destacadas- entre los violines y un final de diez con la voz sola junto al chelo y al clave-laúd. El último número fue tan brillante como se pudiera esperar gracias a 'Vivi tiranno' ('Rodelinda'), donde concurrieron difíciles coloraturas con numerosos agudos.