Antonio Collado vuelve a pelear después de una grave lesión en su mano derecha: «No he estado cuatro meses llorando»
Antonio Collado vuelve a la competición. El boxeador quintanareño lo hace después de cuatro meses retirado del cuadrilátero por una grave lesión en su mano derecha, sobrevenida el 4 de noviembre durante el combate ante Rafael Acosta, 'Falito', en el que no pudo revalidar el título de campeón de España en la categoría de peso ligero. «Una fractura del hueso trapecio del segundo metacarpiano y del escafoides, que se agravó por pegar mal durante el combate, lo que provocó que el músculo del antebrazo se desgarrara». Lo explica Collado con la mirada puesta en el próximo sábado, 16 de marzo, día del cumpleaños de su madre, Mari Carmen. A ella le dedicará la pelea a 6 asaltos contra Sandro Hernández, y si es posible el triunfo, en el Club Deportivo José Valenciano, en el barrio madrileño de Argüelles. «Estos cuatro meses han sido duros mentalmente, pero es parte del proceso para demostrar que uno es capaz de levantarse porque es un campeón», afirma el deportista toledano de 24 años. En su recuperación ha tenido un papel protagonista la magnetoterapia, una técnica de llevar energía eléctrica inducida por los campos magnéticos a la profundidad de los tejidos, sin necesidad de electrodos. «He alquilado una máquina de magnetoterapia, que ha absorbido el edema óseo», resume el joven boxeador. Además de evitar los impactos, también ha realizado ejercicios para fortalecer la mano y ha usado una 'powerball', una pelota para coger fuerza y agarre. Tiene un cuerpo afinado, lo que demuestra que «estos cuatro meses no he estado llorando, sino que he preparado una nueva y mejor versión de Antonio Collado». «Lo más importante es que no me he rendido ningún día durante la recuperación. He seguido ahí, con dedicación», recalca el peleador. Sobre la reaparición, dice convencido: «Como es el cumpleaños de mi madre el sábado, hay que regalarle la victoria. Ella me dijo que no hay mejor regalo que vuelva sano y gane. Y así haré».