El Cristo de Burgos, como hace un siglo

El Santísimo Cristo de Burgos, por primera vez, en el Vía Crucis, saldrá en su posición original por la feligresía de San Pedro. Lo hará a partir de las 20.45 horas, al término de la eucaristía a celebrar en el retablo mayor de la parroquia. Irá sobre las andas cedidas por Montserrat, los candelabros de la Virgen del Pilar, las molduras de la Pura y Limpia y los faldones de la hermandad de los Javieres. Recorrido: Salida por la plaza del Cristo de Burgos, Santa Ángela de la Cruz, convento Espíritu Santo, Gerona, Doña María Coronel, plaza del Cristo de Burgos y entrada. Será una salida que recordará a cuando el crucificado de Juan Bautista Vázquez 'El Viejo' salía en la Semana Santa con candelabros de guardabrisa. Antiguamente, el Cristo de Burgos salía con un misterio formado por Madre de Dios de la Palma, San Juan Evangelista y María Magdalena en un paso que perteneció al Cachorro, confeccionado con molduras rectas, con candelabros de guardabrisa, con un canasto de estilo sevillano, con varios puntos de luz que alumbraban al misterio. Esta estampa salía desde finales del XIX a 1928, primer año de ver a Madre de Dios de la Palma bajo palio. No siempre el Cristo de Burgos iba con candelabros de guardabrisa, también lo hizo con faroles entre los años 1939 y 1944. La priostía recordó esta imagen en el quinario al crucificado en 2023, piezas realizadas en madera oscura con aplicaciones de metal plateado. Son obra de José Merino. Estos faroles pasaron a ser de la Hiniesta y actualmente pertenecen a la hermandad de penitencia de Zalamea la Real. En 1945 estrenaba los actuales hachones . La hermandad de la parroquia de San Pedro no fue ajena al poderoso influjo que ese nuevo recurso otorgaba y, así, adoptó los cuatro hachones. La ampliación de la portada parroquial que preside la estatua del Príncipe de los Apóstoles en 1945 favoreció nuevos cambios en la canastilla; a saber: la ampliación del canasto en 1958 con un nuevo moldurón y pequeñas cartelas en 1958 y los faroles de plata de Armenta. Para este Vía Crucis, con motivo del 450 aniversario, la priostía recupera una estampa del pasado.