Nano de Jerez reivindica el sentimiento en el flamenco: «No soy un tocadiscos»

El flamenco es un género literario pero, sobre todo, un sentimiento que nace de la improvisación. Es una de las conclusiones que podría extraerse del diálogo que han mantenido este viernes el cantaor Nano de Jerez y el director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes, en la fundación Cajasol en uno de los actos programados dentro el «Hay Festival Forum Sevilla». Cayetano González, el cantaor nacido en Jerez más conocido como Nano de Jerez que lleva cincuenta años en los escenarios, ha derrochado desparpajo desde el primer momento de la conversación que ha arrancado contando sus orígenes. " Yo empecé en la plaza de toros de Jerez y me dieron cuatro pesetas . Era una época en la que no estaba puesta ni la Giralda", ha dicho para comenzar una intervención llena de anécdotas y en la que se ha arrancado a cantar en varias ocasiones. Así, entre bromas ha revelado uno de sus secretos: que aprendió a cantar en las fiestas a las que acudía, unos «saraos» en los que conoció a grandes personajes del género y a otros como «Terremoto» o el «Tío Borrico».Los escuchaba, cogía la letra y aprendía a hacerlo como a él le salía. Porque el flamenco es un arte en el que «cada uno tenía su estilo» y que, según ha dicho el cantaor, se hace a la manera de cada uno. En esa línea Nano de Jerez ha reivindicado la improvisación. « Yo voy improvisando y canto como me va saliendo. Hay veces que no me acuerdo de la letra«, ha dicho provocando las risas entre el público y recordando que no es capaz de cantar igual dos veces. En una ocasión en la que actuaba en Burdeos le tocó cantar con un bailaor al que no conocía. Cuando le preguntó si debían ensayar antes de la actuación, éste se negó. Pese a la falta de ensayo previo, lo bordaron. «Él conocía cuál era su obligación y yo la mía. Al final salimos a hombros» , ha dicho. Está vivo Para Nano esa la esencia de ese arte y lo que hace «que esté vivo». Porque es una improvisación que acompaña con sentimiento. «Siempre busco la letra del fandango y sé lo que le puede gusta al público», a recalcado. Porque , se trata de un género que se construye en vivo, «no en lata» ya que además los cantantes no cantan igual que en los discos . Algo en lo que ambos han coincidido. «Yo he visto a Antonio Mairena en una improvisación y para mi era un premio nobel», ha dicho Nano que ha hecho reír al público de nuevo cuando ha proclamado que el cante «hay que conocerlo, pero no hay que chillar porque el cante no está hecho para sordos». ¿Que si le gusta el flamenco de hoy? Ahí Nano ha admitido que, aunque lo respeta, el ha vivido otra época y su forma de cantar «no va con la de ahora». En esa idea ha profundizado que el cante «tiene un dolor y un sentimiento» y que él a veces llora cuando está interpretando o incluso que a veces no le sale bien. «Yo no soy un tocadiscos y a veces no lo hago bien». También ha reivindicado que los cantaores «tengan medida» y no se extiendan demasiado en las actuaciones para dejar al público «con ganas de más». El público de la sala, entre los que se encontraba la escritora María Dueñas o el catedrático Rogelio Reyes, ha aplaudido el desparpajo del cantaor.