Cincuenta mil cerezos en flor iluminan un valle especial en el norte de España
La floración de cerezos más conocida en España es, sin duda, la del Valle del Jerte , en Cáceres , pero a más de 400 kilómetros de este paraje, al norte de la provincia de Burgos y haciendo frontera con las vecinas Merindades, espera al visitante una estampa similar en belleza, la del Valle de las Caderechas . Si bien es cierto que a simple vista choca que un destino tan frío pueda acoger este espectáculo que tiñe todo de blanco, lo cierto es que este espacio goza de un microclima gracias a la muralla natural que lo protege ante los dominantes y fríos vientos norteños y lo convierte en un lugar propicio para un vergel siendo los manzanos y cerezos los frutos más presentes en sus tierras cuyos cultivos ya se producían en los siglos XI y XII. Aunque depende bastante de la climatología, se espera que este 2024 la floración de los 50.000 cerezos que salpican estas tierras comience entre finales de marzo y principios de abril permitiendo disfrutar de espectáculo durante todo el mes de abril. Desde de la web del valle ofrecen la opción de adquirir un mapa ilustrado para realizar la visita por un precio de 15 euros, incluido el envío. La mejor forma de ver los cerezos en flor es con la ruta de las Canales de Madrid turismo de burgos Rutas para disfrutar del espectáculo Existen un gran número de rutas para recorrer este enclave a fondo y descubrir todas sus maravillas, así como para admirar los cerezos en todo su esplendor. Para los que deseen una opción de baja dificultad y duración son, por ejemplo, la que parte de Terminón y se dirige al puente romano que salva el río Caderechano para, a continuación, avanzar junto al cauce del río acompañados de numerosas huertas y pequeñas fincas regadas a través de una acequia, un itinerario circular de 2,5 kilómetros que se recorre en unos 45 minutos , o la circular que transcurre por el bosque de Huéspeda a lo largo de 5 kilómetros –apta para toda la familia– que permite, además de ver cerezos, apreciar la abundante flora del valle, mientras que si solo se quiere ver la floración se puede optar por su variante más corta que pasa por la iglesia de Madrid de las Caderechas. Por otro lado, los amantes del senderismo encontrarán en la ruta de las Canales de Madrid su mejor opción. Este itinerario de 17 kilómetros combina el paisaje de la floración con bosques de pino y quejigos, pueblos que conservan su arquitectura popular con mimo y otros rincones llenos de encanto. Cerezos en flor en el Vallede las Caderechas turismo de burgos El punto de partida es la localidad de Rucandio , donde destaca su iglesia parroquial caracterizada por una sencilla portada del siglo XVII y una espadaña con grandes campanas.A continuación, sigue por una pista forestal que se adentra en una zona de frutales para llegar al pueblo de Huéspeda , desde donde es posible contemplar una excelente panorámica de todo el valle gracias a la altura a la que se sitúa (859 metros) y donde se puede visitar la ermita de estilo románico de Santa Marina, uno de los templos cristianos más antiguos de Burgos. Además, el recorrido permite ver en uno de sus tramos los valles de Rucandio, Aguas Cándidas y Cantabrana y el valle de Río Quintanilla. Siguiendo el itinerario marcado se va a parar al pueblo de Madrid de las Caderechas , desde donde sale el camino de descenso que conduce hasta la vieja ruta que unía Las Caderechas con el vallede Valdivielso. Es en este punto donde se encuentra la única dificultad de todo el trayecto por su pronunciada bajada. La floración comenzará a finales del mes de marzo o a principios de abril turismo de burgos Para los más perezosos existe la opción de recorrer todo el valle por carretera parando en los diferentes pueblos que lo conforman, como son Huéspeda, Herrera o Quintanaopio , un recorrido de 30 kilómetros que permite hacerse una idea de lo espectacular que es este paraje natural. Otros imprescindibles naturales para ver en este valle son la cascada de la Huevera , un pequeño salto de agua esmeralda situado dentro de un paraje escondido a 2 kilómetros de Padrones de Bureba, y las Cuevas de las Narices , un conjunto de cuatro cavidades situadas al pie de Peña Cironte formadas por galerías laberínticas de escasas dimensiones.