Una derrota que puede acabar con un ciclo (2-0)

PESTAÑA palmera-j29-rayo-betis-laliga23 Crónica 5 La dura derrota del Betis ante el Rayo puede ser el final de un ciclo. El de Manuel Pellegrini y el de algunos jugadores. El desgaste de un equipo que estaba en transición en esta campaña por la reconstrucción de su plantel pero que no transmite ni hace lo que debe en el campo, ni tiene reflejo en el marcador. Tercera derrota consecutiva: Atlético, Villarreal y Rayo Vallecano . Una tendencia negativa en el momento en el que el equipo tenía que dar el salto hacia Europa. Ya sin la Copa del Rey, un palo ahí. Ya sin la Europa League o la Conference, un fracaso total. Y ahora en LaLiga viendo cómo la sexta plaza se le marcha cuando la ha tenido tanto tiempo en la mano. El discurso del chileno hace aguas ahora en un equipo que siempre respondió ante su mando y que ahora es una sombra de lo que fue. Ni en juego ni en competitividad. El día en el que estaban Isco, Fekir, Ayoze y Fornals en el campo perdió por 2-0 ante un Rayo que llevaba sin ganar desde inicios de enero y que no vencía en casa desde septiembre. Un desastre absoluto, un hoyo del que ha de salir este grupo de una vez par apurar las opciones, al menos, de entrar en Europa pero una proyección de conjunto que indica que el ciclo está resquebrajado. Y es que hay ya muchos síntomas de que la cuarta temporada de Pellegrini en el Betis tiene desgaste . Se vio en verano con los cambios y se ratificó en enero con más variaciones en el conjunto. Se comprueba sobre el césped, con una irregularidad sin igual en estas tres temporadas históricas anteriores, en las que se selló pasaporte europeo. Ahora el Betis es endeble en defensa, romo en ataque, no aprovecha el potencial que tiene en su plantel y se acumulan problemas recurrentes como la gestión de los cambios o el descenso en la prestación de determinados futbolistas. Cuando tantas cosas fallan al mismo tiempo la lectura nunca puede ser individual, sino colectiva. Y cuando el grupo yerra el responable es el entrenador. Acabará la temporada Pellegrini pero ya se verá si el diagnóstico es el fin de ciclo o hay tiempo para más. Porque es indiscutible que el chileno es historia en este club y una de las patas más firmes de su competitividad pero también que no es eterno y que hay fisuras en su gestión. Tiene ante sí el club un problema a solucionar. Y también el propio Pellegrini dado que ha de saber darle la vuelta a este problema que ya preveía cuando llegó: veía los ciclos de tres en tres años. Ahora tiene firmado hasta 2026. Fue un Betis inferior a la intensidad del Rayo, como con desgana sobre la meta que ponía encima de la mesa. Le costó mucho disparar a portería, echó en falta la aportación de jugadores clave y se entretuvo en peleas que sólo beneficiaban al Rayo. Fekir está lejos de ser quien era, Willian José no la olió esta vez como nueve, Ayoze se metió por dentro pero estaba acelerado, Fornals no dio apenas una, Pezzella iba duro y apercibido, Chadi ha vuelto peor de la Copa de África, Rui Silva no gana puntos, Miranda está en otras cosas, parece que la competitividad no va con William Carvalho... Así con todo. Y se va el Betis al parón como séptimo, dos puntos por encima del Valencia, que tiene un partido menos. Mucho tiempo para pensar ahora. En lo referente al partido tuvo Ayoze nada más empezar una chilena que podría haber cambiado el rumbo del partido y haberse situado entre los goles de la jornada pero el día no estaba para adornos ni florituras, sino para piernas duras y ahí el Rayo se destacó desde que Pulido Santana pitó el comienzo. Muchas faltas, presión intensa y acoso al rival, en especial a Fekir, en cada acción. Quería el equipo local sacar al Betis a base de empujones y se encontró con un equipo que no supo responder a esta provocación. El árbitro va dejando hacer y perdona amarillas a los dos bandos hasta que ve que el duelo se le puede ir de las manos. En este tramo hay otro aviso bético que no se concreta: Fekir dispara al poste después de una recuperación de Willian José y un tiro cercano del francés que desvía Mumin. La colección de ocasiones acaba con dos recortes de Ayoze y centro del canario al que no llega Willian José. Muchos uys pero pocos disparos. Vamos, ninguno a puerta y ese balance es lamentable. Oportunidades claras no había tenido el Rayo pero sí agradeció dos faltas muy similares en la frontal. En la primera disparó a la barrera Raúl de Tomás pero en la segunda tomó el balón Lejeune y su chut entró en la portería con el permiso de Rui Silva, que no puso la mano dura y a quien se le puede achacar gran responsabilidad en el gol local. Con los porteros tiene un problema serio Pellegrini este curso dado que el portugués no está dando el nivel, Bravo ni aparece a las puertas de la retirada y a Fran Vieites se le sentó justo tras la mejor actuación de un meta bético en este curso. El 1-0 envalentona a los rayistas y genera dudas a los béticos, que se machan al descanso buscando jugadores decisivos que no aparecen y confiando en alguna jugada que desatasque su ofensiva o en cambios que hagan girar la dinámica a la que se veía abocado con destino a la derrota. El intermedio no cambió nada, sino que congeló el partido en la desventaja mientras se sucedían los cambios desde el banquillo. Un disparo de Fornals taponado y poco más. Pellegrini llamó a Isco pero ni sus ganas ni su magia podían darle la vuelta a un equipo irreconocible, diluido, lejos de la exigencia aplicable a un aspirante a la sexta plaza. Isco sale de mediocentro, muy lejos del área, y todas las jugadas pasan por él pero el Betis no llega y cada vez tiene más apuros atrás por los contragolpes. Unai López no para de hacer faltas y poner minas por su zona. Ayoze y Guido tienen ocasiones en balones colgados al segundo palo pero sus remates no son limpios. No agarra las riendas del partido el equipo de Pellegrini. Éste llama a Assane y Carvalho en lugar de Fekir y Willian José. Y el error estaba en el primer balón que tocaba el portugués, que dio un pase atrás regalado para que Camello disparara desde la frontal y Rui Silva tuviera que lucirse. Una error por falta de atención que es indicativo de lo que le viene sucediendo a este equipo en las últimas semanas, desconectado de lo que debe ser. Vacío del fútbol necesario no sólo para darle la vuelta al marcador sino para evitar que el palo fuera mayor. Y es que mientras el técnico rayista refuerza el corazón de su equipo con más peso, el efecto es el 2-0 después de un saque de banda, una apertura de piernas de Trejo que se come Chadi Riad, balón que llega a Camello y el disparo de éste lo tapona primero Pezzella pero el rechace cae en los pies del delantero, que bate a Rui Silva. El partido ya es una urgencia descontrolada. Mientras Dmitrievski va perdiendo tiempo con una lesión recurrente para las asistencias que no le hacen salir del campo el Betis recurre a Rodri y Abde y éste sirve a Assane para que se quede solo pero escorado y su disparo con la izquierda es de una torpeza que sale fuera solito. Isco tiene un disparo que salva Mumim cuando va a puerta y otro tiro del malagueño lo desvía el portero en el primer palo. Pulido Santana da nueve minutos de alargue pero el Betis no tira a puerta, incapaz de imponer sus ganas y su necesidad.