El Betis Baloncesto gana con el piloto automático (94-85)

El Betis Baloncesto se abraza al noveno puesto. Ahí donde ha puesto el listón de su ambición. En una temporada repleta de turbulencias, con la equis del futuro de nuevo por despejar, el equipo da motivos de peso para creer e ilusionarse. ¿Por qué no? El plantel es el motor del club. Juega y gana, juega y gana, bendita secuencia que se repite en San Pablo, donde ha edificado un fortín. Al Rioverde Clavijo, el colista, lo despachó impulsado por los jugosos dividendos (45 puntos) de la poderosa alianza Polanco-Joaquín Rodríguez, tanto monta . El dominicano se fue hasta los 26 y el uruguayo rubricó un doble-doble de puntos (19) y asistencias (10) desenvolviéndose muchos minutos, ante la lesión de Pablo Marín, como base. Ambos, imprescindibles (no se entendería la venta de ninguno de ellos), alcanzaron los 30 créditos de valoración en una tarde que el Betis, lejos de la excelencia en el capítulo defensivo, domeñó casi siempre, teniéndolo todo bajo control incluso en sus momentos de desconexión. Jugó con el piloto automático y así se bastó para diluir la resistencia de un Clavijo liderado por dos veteranos gemelos, Txemi y Álex Urtasun, a quienes aún les sobran el talento y el orgullo . Llamó la atención, por cierto, el nuevo aspecto del parqué. Han desaparecido de la pista, por requerimiento del Ayuntamiento, todos los vinilos de Xoy y el círculo central con el escudo del Real Betis. Una decisión que se ha llevado a efecto pero que no ha gustado un pelo en las oficinas del pabellón San Pablo. A arreones funcionó el Betis en el primer cuarto, sin ese puntito extra de fogosidad que había exhibido en anteriores partidos en San Pablo. Txemi Urtasun , a sus casi 40 años, seguro que recordó viejos pasajes de ensueño en en esta pista, vestido entonces del azul Cajasol, cuando encestó sus tres primeros intentos, dos de ellos triples. Joaquín Rodríguez , que lo escoltaba, tardó en cogerle la medida al navarro. La veteranía es un grado, aunque al pamplonés le costaba cuando lo encimaban con agresividad. El Betis arreaba al galope de Polanco, 16 puntos al descanso. En el segmento de apertura no pudo escaparse de la sombra riojana . Cuando parecía que la burlaba, otra vez aparecía de súbito por la esquina, generalmente en forma de triple (7/15 para los visitantes al intermedio). Knudsen anotó uno de ocho metros antes de que Joaquín Rodríguez se aliara con Polanco , sociedad limitada, para subir el 25-21. Ante la ausencia del lesionado Pablo Marín, el todocampista uruguayo se hacía con el joystick del equipo cuando Faggiano se tomaba un respiro en el banco. Más carga de minutos para el charrúa. El Clavijo, mientras, le metía más tralla física a su juego interior con el tándem Tamba-Colo. Kuksiks calibraba sus muñecas desde la cuerda y Djedovic, desde el tiro libre, ampliaba a siete desde el tiro libre (29-22) justo cuando se torcía el tobillo Nicolau en el aterrizaje de un salto e ingresaba la pista otro júnior, Fevry, que nada más entrar machacaba a dos manos tras un dos por uno defensivo con Berzins que acabó en robo y canasta. Joaquín abría fuego perimetral en pleno arrebato verdiblanco y colapso riojano (34-22). Al descanso, renta exigua Encendidos sus motores defensivos, el Betis despegaba ahogando al Clavijo. Kuksiks se abonaba al triple y Polanco se sumaba a la fiesta (39-24). Si el Betis robaba el balón, facturaba puntos; y si encontraba el tiro liberado, también. La conexión Joaquín Rodríguez-Polanco causaba estragos . Uno cocinaba la jugada y el otro la culminaba (44-29). El Clavijo, ante la presión defensiva del Betis, se desconectó. Si le costaba armar un ataque, más problemas tenía para correr hacia atrás. Bastó un 0-5 logroñés para que Savignani lo parase. No quería sustos, pero el equipo aflojó el pistón lo justo y se enredó en pérdidas absurdas , de poca pericia en la gestión de los ataques y peores lecturas, para que el Clavijo despertara (48-43) con Knudsen desatado en el triple. De tener quince de ventaja a sólo seis al descanso. El Betis, con sus deméritos, le había insuflado vida al rival cual buen samaritano (50-44). Era urgente que el equipo despabilara. Y sobre todo, no conceder tantas facilidades al ataque menos productivo de la LEB Oro. Joaquín le puso las pilas al equipo. Se tiraba por la pelota, asfixiaba en el bote a Txemi y rasgaba la defensa rival en cortes. Con tres bandejas, el Betis elevaba un dique de contención (56-46) que Faggiano, desde el triple, subía un poquito más (59-46). Almazán erraba dos libres (61-49), pero se desquitaba luchando y rascando rebotes de ataque. En la intendencia, donde es pieza capital. Con el partido abierto, el Clavijo se derretía. No aguanta un baloncesto desordenado, de altas revoluciones . Polanco robó en un saque de banda que acabó en mate de Hanzlik y en la siguiente defensa bética agotó los 24 segundos de su ataque (65-51). LEB Oro Ficha técnica Real Betis Baloncesto (25+25+21+23): Faggiano (13), Polanco (26), Joaquín Rodríguez (19), Almazán (3), DeBisschop (10) -quinteto inicial-; Wembi (5), Hanzlik (2), Domènech (2), Dedovic (1), Berzins (5), Kuksiks (6), Fevry (2). Rioverde Clavijo (21+23+15+26): Peñarroya (-), Moreno (6), Txemi Urtasun (10), Tamba (18), Nicolau (4) -posible quinteto inicial-; Álex Urtasun (10), Miguel de Pablo (4), Coffi (-), Arbosa (-), Kolo (8), Treviño (2), Knudsen (14). Árbitros e incidencias: Cañigueral, Palanca, Cervantes. Sin eliminados por faltas personales. Vigésima sexta jornada de la LEB Oro. Palacio de los Deportes San Pablo. Al poco que se apretaba las tuercas, el Betis se llevaba a su rival por delante. Era la tónica del partido a expensas de su rotura definitiva. A Wembi, por cierto, no le salía nada. Qué tarde más desafortunada la suya. Sin estar del todo cerrado el choque al final del tercero, no se veía ya el modo de que el Clavijo pudiera hincarle el diente al Betis (71-59). Joaquín Rodríguez no quería esperar más y abrió la zanja con dos triples seguidos (77-61) mientras Txemi se empeñaba en retrasar el naufragio de su equipo. Con el triunfo embalado, Savignani le dio carrete a Fevry para que se fuera haciendo al equipo. Su ayuda hará falta en estas ocho jornadas. A cinco minutos del cierre, el Clavijo redujo a diez (79-69), pero no había nada que temer. La marea logroñesa no pasaba de ahí. El Betis dio la zancada definitiva con Joaquín Rodríguez amplificando su recital. Su décima asistencia fue para Polanco (88-75) cuando ya el Betis se divertía y jugaba con el reloj en espera del bocinazo final que le pusiera la rúbrica a la duodécima victoria. Con la que se atornilla en la novena plaza. No la quiere soltar para mirarle a los ojos al play off.