Un bicho sin bozal
Contratapa
Les debo confesar que los homenajes me dan miedo. Cuando arrecian, da la impresión de que hay algo, en fin, no sé, un premio a la duración o algo parecido.
Pero la principal razón de mi miedo, es porque se corre el riesgo de tomarlos demasiado en serio y que el personaje se coma a la persona.
La vida es en gran medida una dramaturgia: se nos exigen roles y...