Sin prisioneros
No compuso semblante de pasmo rotundo porque es un tipo listo, sabe disimular y no pretendía quedar como un ignorante. Apenas le delató un ligero temblor en la comisura de los labios, el gesto típico de un jugador algo membrillo de póquer cuando se marca un farol. En la redacción de la radio que contribuye a redondear mi sueldo para que pueda pagar sin retraso la hipoteca, alguien pronunció, no recuerdo con qué motivo, «lo de Paracuellos», y entonces al tipo, un joven licenciando que acaba de llegar para las prácticas... Читать дальше...