La Sevilla aguada
Llueve a manojos sobre los charcos por los que habría de pasar el monte de claveles y el agua sueña que cae como cencellada mañanera por la canastilla de plata del palio. No salimos. No debemos salir. Y ya está. Justificar una mala decisión en las ansias de los nazarenos es populismo. Un hermano mayor está para decidir bien. En eso consiste mandar, no en tener la autoridad, sino en buscar la razón. Gobernar para el aplauso es siempre un error. La lluvia es una necesidad perentoria, hay hermandades... Читать дальше...