Torear en endecasílabos
Entre Alejandro Talavante y el toro apenas «cabe el pelo de una gamba», escuché decir hace ya unos años en la plaza de toros de Las Ventas. Aquella tarde, como hoy, el extremeño toreaba un astado de la ganadería Nuñez del Cuvillo. Se cumplen ya varias ferias de San Isidro desde entonces y, aunque pase, el tiempo ha acabado por convertir la metáfora en certeza. El diestro apenas deja distancia posible entre su cuerpo y el del animal. Es delgado como su espada. Rápido. Leve. Irrepetible. A pesar de... Читать дальше...