Médicos
Cada vez que agreden a un médico cortamos el árbol de la ciencia para fertilizar el matorral de la superchería. Cuando era crío lo de pegarle a un doctor no existía. Ni siquiera lo podíamos imaginar. ¡A un médico! Al médico se le respetaba, se le admiraba, se le veneraba. Era alguien, ese señor que acudía hasta tu casa con ademán severo y alargada faz de palo para enchufarte el helado fonendoscopio, qué sensación aquella al contactar el metal contra tu pecho así un poco como de gorrión, y recetar una píldora... Читать дальше...